jueves, 28 de enero de 2010

Reflexiones sobre mi gato

Hoy hemos capado al gato.

El gato me mira de un modo entre indiferente y orgulloso, como diciendo ¡sigo siendo un hombre!

Mi gato, una vez superados los efectos de la anestesia, ha comenzado a hacer ejercicio. Creo que se está preparando para el Tour de Francia. Como en épocas pasadas, este año competirá con Los Aristogatos por el podio de París.

Mi gato es callejero venido a más. Si pudiera hablar, tendría acento italiano de Nueva Jersey.

Mi gato es, en este momento, la solución al eterno dilema: ¿por qué no hay un superhéroe llamado "El hombre gato" o "Catman"? Fácil. La lycra y la castración no hacen buenas migas.

Mi gato bebe agua del grifo. Por mucho que le insista en que use un vaso, la cabra tira al monte.

A mi gato le gusta más el drama que la comedia. Si es posible, cine negro y western. En cuanto empezamos a poner series, el gato comenzó a tener intereses diferentes que terminaron con una ligera pérdida de peso en su anatomía.

A mi gato no le gusta la leche. A ningún gato le gusta la leche.

Hemos hecho un favor al gato. Sin testoterona, podrá proseguir sin problemas su carrera como vocalista heavy. Al menos, siempre conservará su melena.

A mi gato le gusta el jazz modal. Con Radiohead se queda dormido.

Viva mi gato.