martes, 19 de junio de 2007

Bienvenidos a la nevera...

Soy un escritor de mierda, no maldito no, DE MIERDA. La RAE lo define como "Autor de obras escritas o impresas, excremento humano o de algunos animales, cosa sin valor o mal hecha, persona sin cualidades ni méritos". Yo lo resumo en que soy un escritor que no escribe, uno de esos tíos vestidos de tweed que creen que poseen un talento abrumador pero... se quedan, nos quedamos, en el tweed (mi madre llamaría a este tejido noble espiguilla). Con esta entrada creo que ya habréis adivinado el propósito de este blog: escribir de vez en cuando para justificar la pose .

Soy bastante joven, por lo que aún tengo puestas grandes esperanzas en que, tarde o temprano, me arrancaré a crear algo que me permita recalar en la estantería de mi madre. Esta es mi máxima ambición en la vida, dejando aparte, claro está, la de ganar un anillo en la NBA, pero para eso ya estoy algo mayor y falto de talento. Mientras tanto, me conformo con imaginarme recogiendo entre lágrimas un premio Nobel, con la mujer de mi vida ( que ya está localizada y a la que llamaremos Rula) contemplándome orgullosa desde las gradas suecas de IKEA sabiendo que mi éxito es casi tan suyo como mío, y todas esas cosas que les pasan a esos cabronazos que llamamos triunfadores.

Si dejo a un lado la terrible frustración que me ocupa desde hace unos años, tengo que reconocer que soy un tipo con bastante suerte. Trabajo en una multinacional, tengo un trabajo relativamente creativo y me pagan todos los meses. Estoy enamorado de Rula, y ella, creo, está enamorada de mi. Tengo pocos amigos, pero leales, y no tengo problemas de salud. Toma ya, qué fenómeno. Pero con todo esto, quiero más. Mi trabajo me aburre soberanamente, mis amigos y familia viven en otra ciudad, y tengo una sensación permanente de oportunidad perdida. Siento que el mundo me debe algo (tengo que decir que soy tremendamente egoísta), y eso me perturba .

La culpa de estas sensaciones no es sólo mía. Como a la mayoría de la gente, mis profesores se hartaron de decirme en el colegio que era un crío con muchísima capacidad, que a poco que me esforzara iba a ser nosequé, y todas esas chorradas. Mi problema es que, por lo visto, yo me lo tragué.

Este blog será el testimonio de mi fracaso, y en él purgaré mis miserias y me reiré de mis vanidades. Voy a sacar la cabeza de la nevera y me voy a ir de la cocina sin meterla en el horno.

Después de todo, soy un tipo con bastante suerte.

1 comentario:

wishmaster dijo...

Sí, me he acordado de cómo encontrarte en el google. Y mi objetivo ahora mismo es intentar ponerme al día con él lo antes posible. Por ahora sólo comentarte que respecto a este post que acabo de leer no he podido evitar dejar un comentario. ¿Por qué? Bueno, hace unas semanas me preguntaste si me pasaba algo por ciertos post que a mi vez publiqué en mi blog. Pues se podría decir que, en gran parte, lo que los causó fue un cúmulo de sensaciones descrito en gran parte en este post tuyo. Te aseguro que entiendo perfectamente el tono general del mismo y, ya no tan en general, varias de las frases que en él el leído son exactas a lo que pasaba por mi cabeza. Si tienes curiosidad, tal vez podamos comentarlo algún día. Es un poco inquietante sentirse tan identificado con comentarios ajenos, sobre todo cuando se descubren escritos en una web y no en una conversación privada. No obstante este post tuyo, por antiguo, tal vez ya no sea válido. Aunque estoy seguro de que hay cosas en él que no habrán cambiado y, por desgracia, tal vez nunca lo hagan.